Vamos cerrando el mes de junio y abriéndonos a los regalos que julio nos trae.

Como este blog en un poco entre lo personal, lo colectivo y naturalmente lo astrológico, me doy a la tarea también de compartir en lo que he andado y en cómo siempre voy vinculando mi tema personal con mi trabajo y lo que veo en las estrellas.

Estoy a una semana de tener mi retorno solar y sé que el mes previo al retorno siempre es un periodo de “muerte psicológica” que nos va orientando hacia el nacimiento de una identidad más renovada.

No es fácil morir y renacer.

Los eclipses siempre nos enseñan un poco de ello y tuvimos dos eclipses potentes hace unas semanas. Gracias a ello, en el presente me encuentro inmersa con temas de valor personal, autoestima, dinero y manifestación, cuestionándome mis ideas, mis creencias en torno a ello y observando cómo a partir de ellas, fácilmente mi vibración, mi entusiasmo y alegría por estar y hacer, van menguando como la Luna cuando no son sanas.

Cáncer me ha enseñado a adaptarme y fluir, a retornar continuamente y a permitirme la revisión amorosa y compasiva de lo que Soy.

Un ejercicio que no termino por dominar.

Les comparto esto porque francamente creo que la “expansión de la conciencia”, este término que tanto escuchamos, es un ejercicio de presencia continua en TODO, en lo que me digo, cómo interpreto la realidad, en la profundidad de mi conocimiento de mí, de mi entorno, de mis dinámicas y del impacto que tienen cada uno de mis pensamientos, palabras y acciones.

La Astrología, sin duda, ha sido una herramienta poderosa para conocerme y entender… pero el trabajo real lo vivo en la interacción continua (hello, Nodo Norte en Géminis) y en ir abandonado mis dogmas (bye bye Nodo Sur en Sagitario).

Duele.

Este mes de julio con su amorosa energía cangreja y el impulso de Leo, cuando el Sol ingresé allí, nos dará la oportunidad de remendar nuestras heridas de identidad, reconocer lo que es verdaderamente nutricio para el Alma, más allá de conceptos y de consumir información de manera frenética.

Hay que darnos la oportunidad de SENTIR.

Bendiciones siempre,

MdB