Damos la bienvenida al Solsticio, al Sol ingresando en el signo de Cáncer y a esta nueva propuesta: el compartir desde la palabra escrita desde mi Torre de Bruja.

La palabra Solsticio viene del latín solstitium, «sol quieto», y es el momento en la línea del tiempo donde el Sol se “estaciona”, ya sea en la noche más larga o en el día más largo del año, para poner la conciencia en la pausa y darnos a la tarea de evaluar nuestra siguiente dirección.

Ambos Solsticios se dan en signos cardinales: Cáncer en el mes de junio y Capricornio en diciembre. Estos signos pertenecientes a la cruz cardinal nos invitan a redirigir nuestras intenciones y esfuerzos hacia metas más definidas a partir de sentir (Cáncer) y ambicionar (Capricornio).

El Solsticio guiado por el signo de Cáncer es una oportunidad para voltear al pasado, a las raíces y reconocer qué nos falta en la constitución de nuestro hogar interior; nos arroja las preguntas apropiadas con respecto al autocuidado, la compasión necesaria para restituirnos de los desafíos que plantea la vida y el reconocimiento de la familia “cósmica”, de los que nos acompañan en el viaje.

La temporada Cáncer es un periodo idóneo para convertirnos en nuestra propia Madre, preguntándonos “¿qué necesito, qué alimento, qué tipo de descanso, qué actividades, qué relaciones… qué me nutre el Alma?”

Esta primer semana del Sol transitando por Cáncer, la predominancia de los signos de aire le abre la puerta a la energía del agua, coloreando nuestros días con las cualidades de la intuición, la percepción psíquica, los sueños y el inconsciente.

También tendremos que el martes 22 de junio Mercurio, el planeta de la mente y la comunicación, retoma su trayectoria directa en el signo de Géminis; así que lo que hemos venido reflexionando en las pasadas semanas a partir de los eclipses y lo que se nos reveló con estos eventos, empieza a verse más claro y mostrarnos el panorama de opciones y por lo tanto, de decisiones que debemos tomar.

También tendremos que el viernes 25 de junio, Neptuno inicia su retrogradación en Piscis al mismo tiempo que se perfecciona la Luna Llena en Capricornio. La Luna Llena nos mostrará el trabajo realizado y los avances que hemos hecho en materia de compromiso, disciplina, responsabilidad. Podemos prepararnos para una evaluación honesta en estos temas, asumiendo lo que es y reconociendo lo que nos falta, desde la objetividad y la imparcialidad… pero también desde la compasión, porque Neptuno nos toca con esa agua mágica, medicinal, que solo el amor del planeta incondicional sabe darnos de beber.

Confiemos en nosotros.

Por último, el domingo 27 de junio cerramos con el ingreso fogoso de Venus, la diosa del placer, del deseo y la autoestima, en el vibrante signo de Leo, invitándonos a conectar con nuestro corazón y expandir lo que somos, desde la autenticidad y el gozo de Ser.

Así estos días del cangrejo que nos invitan a sanar nuestro vínculo con el hogar interno y con quien habita dentro.

¡Feliz temporada Cáncer!

Bendiciones siempre,

MdB